jueves, 8 de julio de 2021

El libro y las bibliotecas en la Edad Media (siglo V- XV).

Tras la caída del Imperio Romano de Occidente la cultura buscó cobijo en los monasterios y durante varios siglos, hasta finales del siglo XIII, fueron casi los únicos lugares de conservación y producción literaria. 

La Edad Media abarca diez siglos de la historia de la humanidad, desde la caída del Imperio Romano, en el siglo V, hasta la toma de Constantinopla por los turcos, a mediados del siglo XV, fecha en la que se inventó la imprenta. 

La invasión bárbara en el 409 supuso la destrucción de muchos territorios y sus respectivas colecciones. En las ciudades se pudo mantener la enseñanza y producción de libros y esta pudo ejercitarse con mayor libertad cuando los visigodos se consolidan asimilando la lengua y cultura latinas.

Las bibliotecas no ran públicas sino de los clérigos. Los libros eran muy caros. Sin embargo hay referencias de una posible biblioteca real en Toledo, quizás de los monarcas. El libro medieval no fue un objeto cotidiano, debido al esfuerzo que entrañaba su elaboración y a la casi inexistente demanda, por el analfabetismo generalizado. 

Podemos distinguir entre dos períodos: la Alta Edad Media y la Baja Edad Media. El libro tiene distintas características en cada periodo. 

- En la Alta Edad Media el libro tiene un carácter religioso siendo un instrumento para la difusión religiosa. El libro se restringe al ámbito del monasterio. 

- En la Baja Edad Media el libro tiene un carácter más laico y urbano, vinculado a las universidades. 


EL LIBRO Y LAS BIBLIOTECAS EN LA ALTA EDAD MEDIA. 

Esta primera etapa se prolonga hasta el siglo XII. En ella, la cultura grecolatina estuvo custodiada por la Iglesia, de ahí que el monasterio se convirtiera en la pieza clave para el libro y las bibliotecas. El monacato surgió en Oriente, donde las comunidades cristianas coptas o bizantinas fundaron monasterios desde los que se difundió la cultura griega, entre ellos el del Studion en Bizancio y los veinte del Monte Athos. 

Durante los siglos VI y VII, se crearon por toda Europa numerosos monasterios de distintas órdenes religiosas, aunque fueron los benedictinos los que mayor atención prestaron al libro, organizados según la regla “ora et labora” de San Benito. Los monjes dedicaban la jornada al trabajo manual, a la oración y a la lectura. Los libros se erigen por tanto en parte imprescindible del monasterio. El lugar dedicado a los libros era el scriptorium. El Scriptorium: Lugar donde se copiaban los libros. Era una habitación aislada con atriles y luz natural. 

Oficios relacionados: - copista, amanuense, o scriptor librarius. Era el que copiaba a mano los libros - rubricator o encargado de títulos y letras capitales, - iluminator o miniaturista, artista encargado de iluminar el libro: ilustrarlo. - ligator o encuadernador y - armarius o monje supervisor, responsable de todas estas actividades, cuyo nombre aludía al lugar en el que se guardaban los libros. Forma del libro: códice manuscrito.

- Generalmente el o los cuadernos están formados por hojas plegadas en dos (de donde reciben el nombre de “bifolio”) unidas entre sí por medio de un hilo que transcurre a lo largo del pliegue. 

- Al ser el pergamino un material costoso, se recurrió al uso de los palimpsestos. Otra forma de ahorro fue la utilización de abreviaturas y signos para las palabras más frecuentes. - Su fabricación corresponde al siguiente esquema: 

- Preparación de las hojas de pergamino, obtenido a partir de pieles de cordero, cabra y ternero. - diseño de las páginas. 

- Copia del texto con pluma de ave o cálamo de caña, dejando hueco para las iniciales y las ilustraciones. Generalmente se adopta la letra carolingia. El texto se suele distribuir a dos columnas. 

- El libro se completaba con su “iluminación”: ilustrarlo, elaboración de las miniaturas (los libros ilustrados toman el nombre en el medievo de libros miniados) 

- Se encuadernaba según las anotaciones marcadas: reclamo. 

- La escritura: El aislamiento propio de la vida monástica determinó el nacimiento de las escrituras nacionales: - visigoda en España, - merovingia en Francia, etc. 

- A partir del siglo VIII, se difundió la letra minúscula carolingia o minúscula carolina, más uniforme, sencilla y clara, de importancia capital para la historia del libro y para la unificación cultural europea. Proviene del impero de Carlo Magno. 

- En Oriente, la más característica fue la letra griega de Bizancio. 

- Temática de los códices medievales: 

- La Biblia fue el libro por antonomasia de la época. 

- También fueron frecuentes los textos de los Padres de la Iglesia, vidas de santos... - Todos libros dedicados al culto religioso cristiano: misales. evangelarium, cantorales... 

- Libros de autores clásicos, copiados para conservar las lenguas de la Antigüedad. - Partes del códice medieval: 

- Cabeza: parte superior o anterior del volumen o de la página 

- Pie: parte inferior o posterior del volumen o de la página 

- Lomo: cara del volumen que corresponde a la costura de los cuadernos

- Corte: cada una de las tres caras del volumen donde aparecen los bordes no cosidos de los cuadernos 

- Canal (la): corte opuesto al lomo 

- Interior: parte del volumen situado hacia el lomo 

- Exterior: parte del volumen situado hacia la canal 

- Cubiertas de madera y cuero 

- No tiene portada, pero sí... 

- incipit: primeras palabras del texto 

- excipit: últimas palabras 

- colofón: justo al final con los datos del libro


El códice en la Península Ibérica 

- El primer gran foco cultural del medievo español: La España Visigoda: 

- La capital del reino fue Toledo y la figura más notable San Isidoro de Sevilla, autor de la obra Etimologías, de gran influencia durante todo el medievo. - De esta época es también el códice de las Morales, de San Gregorio, escrito en letra visigoda y conservado en la BNE. 

- Las bibliotecas visigodas más importantes estuvieron vinculadas a las escuelas episcopales de Sevilla, Toledo, Zaragoza, 

- La España árabe que supuso con una expansión mayor del libro. 

- Se caracterizó por la abundancia de libros, especialmente El Corán. Carecían de ilustraciones figurativas, aunque la caligrafía árabe era muy ornamental, con dos modalidades: cúfica y neshí, reflejadas de la forma más bella en La Alhambra granadina. 

- Una de las grandes aportaciones de los árabes al libro fue la difusión del papel, invento chino atribuido a T’Sai Lun (año 105), que, hacia el año 1100, llegó a Europa a través de España. Por eso, el libro cristiano más antiguo escrito en papel, un misal conservado en el Monasterio de Silos, pertenece a esta época. 

- El esplendor cultural del Califato de Córdoba se manifestó en el desarrollo de diversas bibliotecas, entre ellas: 

- Bibliotecas califales: como la de Al-Hakam II en Córdoba, con importantes volúmenes traídos de Alejandría y Damasco, y las de Toledo, centro transmisor de la cultura árabe en Europa. 

- Bibliotecas de las mezquitas, vinculadas a las escuelas adjuntas o madrasas. Disponían de un catálogo y una clasificación temática. 

- Bibliotecas particulares de bibliófilos árabes pertenecientes a la sociedad culta y religiosa


 La España Cristiana (mozárabe).

La cultura refugiada en los monasterios.

- Unos libros muy significativos de la época son los beatos: códices manuscritos que reproducen la obra “Los comentarios del Apocalipsis” del Beato de Liebana, monje del monasterio de San Martín de Turieno. Los escribió en el siglo VIII (776) pero fue el texto más difundido en la España medieval, entre el siglo X y el XII. Hoy se conservan alrededor de 31 beatos, 24 de ellos contienen miniaturas. 

Las bibliotecas en la Alta Edad Media 

El monasterio no sólo contaba con scriptorium o escritorio, también con biblioteca, donde se conservaban centenares de libros. 

- Las bibliotecas en Bizancio. 

- Bizancio extendió el códice y fomentó las bibliotecas. 

- privadas: Focio 

- Biblioteca Imperial fundada por Constantino: son sus secciones griega y latina. 

- Las bibliotecas en el Islam 

- No poseían edificio propio. Dependián de instituciones de enseñanza o de templos religiosos 

- Las bibliotecas en la Europa cristiana 

- Alcanzaron gran fama las bibliotecas pertenecientes a los monasterios de Montecasino, Vivarium y Bobbio (Italia), Saint Gall (Suiza), Lindisfarne (Inglaterra) y Ripoll (España). 

- Además de las bibliotecas monacales, emergió un foco de gran interés cultural en Aquisgrán, sede de la corte imperial de Carlo Magno, donde éste fundó la Escuela y la Biblioteca Palatina, con funciones de lo que hoy entendemos por biblioteca nacional, universitaria, pública y archivo. El propio Carlo Magno dispuso de su biblioteca privada, con una importante colección de libros ilustrados.  


EL LIBRO Y LAS BIBLIOTECAS EN LA BAJA EDAD MEDIA 

Superado el temor al fin del mundo de la etapa anterior, se inició una época de renacimiento urbano, recuperación económica y nueva mentalidad. La actividad cultural pasó del aislamiento del monasterio a la visión más mundana y cosmopolita de la ciudad. 

El libro en la Baja Edad Media: 

En este contexto, el libro se diversificó en sus usos y temáticas, dejó de ser patrimonio exclusivo de la Iglesia. En esta época se vincula a las nacientes universidades. 

Características del libro en la Baja EM: 

- Texto dividido en dos columnas y segmentado en capítulos. 

- Aparecieron puntuaciones nuevas, como el calderón, que servía de punto y aparte.

- Tamaño cada vez más pequeño 

- Ilustración al estilo gótico con bandas decorativas que perduraron hasta después de la imprenta. 

- Escritura o letra gótica, también denominada escolástica, de trazo anguloso, recargado y compacto, con diferencias entre los trazos gruesos y finos. 

- convivencia del pergamino, de producción limitada, por el papel, de producción ilimitada. 

- Predominio del latín, que, con el tiempo, dejaría paso a las lenguas vernáculas. 

- Proliferación de los libros de lujo: Libro de horas, que contiene oraciones para todos los días del año. Causas de la creciente demanda del libro: 

- Las universidades: el desarrollo de la enseñanza y la manera de impartirla, que exigía la toma de apuntes y un número de libros superior a los que venían utilizándose en Europa: - libro como instrumento de trabajo 

- Su consulta y préstamo bajo fianza determinó una nueva profesión: estacionarios o libreros que prestaban los libros a los estudiantes para que los copiaran. 

- sistema de pecias: el estudiante alquila al librero parte de un libro y lo copiaba para su uso. Los más pudientes compraban la copia ya hecha. 

- el crecimiento de la actividad comercial y contable 

- aumento de la documentación administrativa, debido a que las autoridades tenían que difundir sus decisiones ya que el desarrollo del derecho obligaba a más pruebas documentales en los actos jurídicos. 


Las bibliotecas en la Baja Edad Media 

Las bibliotecas están unidas a dos instituciones por excelencia en la Baja Edad Media: la catedral y la universidad. 

LAS ESCUELAS CATEDRALICIAS 

La producción de libros se intensificó en ellas, provistas de escritorio y biblioteca. 

Las más importantes fueron las de Verona, York, Durham y Oviedo, Gerona o León, en España. 

LAS UNIVERSIDADES 

Las primeras universidades fueron una derivación de las escuelas catedralicias, pero con entidad propia. 

En el siglo XIII alcanzaron su carácter definitivo y se fundaron la de Bolonia, que es la más antigua del mundo, la Sorbona y las de Oxford, Cambridge y Toulouse. En España, la primera fue la de Palencia (1212), seguida de las de Salamanca y Valladolid.

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