viernes, 9 de julio de 2021

La difusión de la biblioteca, herramientas y canales. Sitios web. Redes sociales en las bibliotecas.

 Cómo conectan las bibliotecas a través de las redes sociales (julianmarquina.es)


LA DIFUSIÓN. APERTURA A LOS CIUDADANOS. SERVICIOS EDUCATIVOS Y CULTURALES. USO DE LA WWW Y DEL CORREO ELECTRÓNICO. LOS PORTALES DE LAS BIBLIOTECAS. 

I. INTRODUCCIÓN 

El fin último de toda biblioteca es hacer accesible el conocimiento, lo cual pasa por una correcta DIFUSIÓN de sus fondos, que permita formar, entretener e informar. A ello se dirigen los servicios bibliotecarios, hoy mejorados y ampliados gracias a las NTIC y, en especial, a Internet. 

Por lo general, las bibliotecas han sabido adaptarse a los tiempos modernos y trabajan día a día para ser más visibles en su entorno, romper barreras educativas y culturales e intentar llegar a todos, sin excepción. Se ha evolucionado de lo que podría denominarse la “biblioteca de los libros” a la “biblioteca de los usuarios”.

II. LA DIFUSIÓN. APERTURA A LOS CIUDADANOS. 

La DIFUSIÓN es el tercer elemento o pilar clave que Luisa Orera distingue dentro de toda biblioteca, tras las necesarias labores de selección y organización de fondos.

Debe entenderse como el conjunto de acciones encaminadas a dar a conocer la biblioteca y a poner los medios e instrumentos precisos para que sea apreciada, valorada y disfrutada al máximo por el mayor número posible de usuarios, siempre en igualdad de oportunidades. 

Este matiz de igualdad es hoy crucial, ya que el acceso a la información y a la cultura es uno de los derechos más fundamentales del hombre en cualquier sociedad democrática. 

Las bibliotecas, especialmente las públicas, velan por el cumplimiento de este derecho, erigiéndose, tal y como quedó encomendado en el Manifiesto de la UNESCO de 1994, en puertas abiertas hacia el conocimiento y el progreso así como en fuerzas vivas para la educación. 

Tales misiones refuerzan esa idea de apertura y atención a los ciudadanos, necesaria para evitar la exclusión social, cultural y digital de los colectivos más desfavorecidos. 

Los procesos de automatización e implantación de Internet en las bibliotecas han favorecido como nunca las actividades de difusión y extensión cultural, pues no existe medio más inmediato que la Red para acercar las bibliotecas a aquellos que no pueden acceder físicamente a ellas, ni mejor escaparate que la Web para promocionar sus servicios, como demuestra, entre otras, la campaña @yourlibrary de la ALA. 

Gracias a los medios tecnológicos actuales al alcance, hoy es posible crear y distribuir mejores contenidos educativos y culturales, ofertar nuevos y avanzados servicios así como complementar los tradicionales ya existentes, todos ellos progresos claramente constatables en los portales bibliotecarios.

Veamos algunos de estos avances más detenidamente: 

III. SERVICIOS EDUCATIVOS Y CULTURALES 

Para Araceli García Rodríguez, profesora de Biblioteconomía en la Universidad de Salamanca, los SERVICIOS EDUCATIVOS Y CULTURALES pueden definirse como actividades culturales puntuales o permanentes, promovidas por la biblioteca o asumidas por ella, que tienen como marco las propias instalaciones bibliotecarias u otras instalaciones, y por objeto satisfacer las necesidades y deseos de información de los usuarios, mediante servicios diferentes a los tradicionales servicios mínimos bibliotecarios. 

Para planificar este tipo de actividades deben contemplarse las siguientes FASES:

1ª Analizar la COMUNIDAD a la que van dirigidas: estructura demográfica, sociocultural, etc. 

2ª Definir los OBJETIVOS perseguidos, como: 

 Aumentar el prestigio de la biblioteca, haciendo valer su importancia como centro informativo, documental y cultural. 

 Potenciar su dimensión social como lugar de encuentro. 

 Despertar la curiosidad y las ganas de conocerla. 

 Incrementar el número de usuarios, atrayendo a los aún "no lectores". 

 Reducir las desigualdades educativas, facilitando el acercamiento a todo tipo de bienes culturales. 

 etc. 

3ª Delimitar los RECURSOS físicos, humanos y financieros disponibles. 

4ª Diseñar un PROGRAMA DE ACTIVIDADES abierto, diverso y cooperativo. 

5ª Promocionar y difundir los SERVICIOS resultantes de esta planificación, materializados, por ejemplo, en:

a) ACTIVIDADES EN RED, desarrolladas por un conjunto de bibliotecas cooperantes, generalmente de la misma zona. Suelen ofertar dos tipos principales de programación: 

- Infantil y familiar: aperitivos musicales, talleres de lectura, espectáculos con títeres, cuentacuentos, etc. 

- Para jóvenes y adultos: talleres de narración guiados por expertos, clubs de lectura, tertulias divulgativas sobre temas de interés, etc. 

b) ACTIVIDADES OFERTADAS POR CADA BIBLIOTECA, en función del presupuesto disponible y, a menudo, en colaboración con otros agentes culturales o sociales de la zona: actividades de animación a la lectura, presentaciones de colecciones u obras, conferencias, exposiciones, mesas redondas, debates, acciones de integración social, etc. 

c) ACTIVIDADES EXTERNAS ACOGIDAS POR LA BIBLIOTECA, en especial programas culturales estables de la ciudad o entorno próximo. Con ello, se demuestra que las bibliotecas están al servicio de su comunidad, pudiendo ser utilizadas para albergar semanas de poesía, festivales de cine, salones del cómic, etc. 

d) ACTIVIDADES SUBVENCIONADAS POR PERTENECER A LA BIBLIOTECA. A partir de diversos convenios, las bibliotecas pueden luchar para que sus carnés den acceso o trato preferente a sus usuarios en otros centros culturales (librerías, museos, teatros, cines, etc.). 

Se trata, pues, de hacer ver que las bibliotecas están ahí por y para los ciudadanos, dispuestas a satisfacer sus necesidades educativas, informativas y de ocio. 

IV. USO DE LA WWW Y DEL CORREO ELECTRÓNICO 

En apenas dos décadas, la World Wide Web o Red Global Mundial, comúnmente conocida como la Web, se ha impuesto como la alternativa más rápida y potente para difundir información a través de Internet. Fue concebida por Sir Tim Berners-Lee, quien, en 1989, presentó su ambicioso proyecto en el CERN (Suiza). En la actualidad, el volumen documental que alberga es asombroso. Se dice que “todo está en la Red, y lo que no está es porque no existe”.

Gracias a sus características hipertextuales e hipermedia, la Web permite acceder a las bibliotecas y a sus servicios así como gestionar procesos en línea. Además, una de sus aplicaciones más utilizadas, el CORREO ELECTRÓNICO, se ha convertido en una herramienta imprescindible para la práctica totalidad de tareas documentales, al posibilitar el intercambio de mensajes y ficheros entre personas o equipos, de forma sincrónica e incluso interactiva. 

Actualmente, casi todos los servicios bibliotecarios presenciales tienen su equivalente en línea, consiguiendo llegar así a un mayor número de personas. Los más importantes podrían encuadrarse dentro de los siguientes bloques: 

1. COMUNICACIÓN BIBLIOTECA/USUARIO

Cuando la comunicación con el usuario se establece a través de la Red y el contacto presencial es menor o nulo, existen diversas posibilidades para mantener una relación cercana con él: 

a) Servicios de información general sobre la propia biblioteca, con datos de interés colocados en un lugar visible de la interfaz web: dirección, teléfono, e-mail de contacto, horarios de apertura, normas y reglamentos de uso, etc. 

b) Sección FAQs o “Preguntas más frecuentes”. Es otra vía impersonal, pero altamente eficaz de dar respuesta por adelantado a las cuestiones que se suelen plantear a diario. 

c) Formularios electrónicos o buzones de sugerencias en línea, para recoger desideratas, quejas, reclamaciones, peticiones, etc. 

2. SERVICIOS DE DIFUSIÓN, PRÉSTAMO Y ACCESO AL DOCUMENTO 

a) WebOPAC u OPAC-Portal. Constituye uno de los cuatro grandes portales bibliotecarios analizados en la siguiente sección. Además de permitir la consulta y DIFUSIÓN de registros bibliográficos a distancia, ofrece otras informaciones clave, como el estado y disponibilidad del ejemplar, su localización exacta, etc. 

b) El uso de la WWW también ha favorecido la creación y DIFUSIÓN de catálogos colectivos, para poder localizar documentos sin necesidad de visitar múltiples OPAC y agilizar, con ello, el préstamo interbibliotecario. 

 c) La mayoría de catálogos modernos, individuales o colectivos, ofrecen ACCESO remoto a diversos recursos electrónicos, muchos de los cuales pueden ser guardados e imprimidos.

Suelen ser de tres tipos: 

 Materiales digitalizados, mediante escáneres, cámaras digitales, etc. 

 Enlaces externos de interés: prensa en línea, boletines oficiales, etc. 

 Recursos electrónicos adquiridos o licenciados, especialmente revistas electrónicas por cuestiones económicas y de espacio. 

d) En lo referente a los servicios de PRÉSTAMO, ya es posible realizar renovaciones o reservas a distancia así como peticiones anticipadas de documentos físicos, como en la BNE.

3. INFORMACIÓN Y REFERENCIA 

La WWW es hoy una de las principales fuentes informativas consultadas por los bibliotecarios referencistas. Además, la incursión de Internet en la gestión bibliotecaria ha posibilitado la prestación de nuevos servicios de información y referencia, tales como: 

a) Servicios de alerta (RSS) y Difusión Selectiva de la Información (DSI), mediante los que se hace llegar, de forma periódica, información acorde a los perfiles de interés de los usuarios solicitantes. Es una manera rápida de comunicar novedades “a la carta” y en línea (a menudo a través del correo-e), previo consentimiento. 

b) Contacto virtual directo con los bibliotecarios, a través de servicios de mensajería instantánea, e-mails e incluso videoconferencias. A este respecto, es ineludible citar el servicio “Pregunte, las bibliotecas responden”, mediante el que las múltiples bibliotecas españolas participantes, coordinadas por el MCU, se comprometen a resolver las dudas de cualquier usuario en un plazo máximo de tres días o simultáneamente vía chat. 

c) Difusión web de productos documentales de elaboración propia, como guías de lectura, boletines de novedades, bases de datos, repertorios bibliográficos, etc.

4. FORMACIÓN DE USUARIOS 

La biblioteca, a través de las posibilidades que le brinda Internet, puede, a su vez, orientar e instruir, en dos sentidos principalmente:

1º El conocimiento interno de la biblioteca, mediante visitas virtuales, por ejemplo. 

2º La alfabetización informacional, a través de tutoriales, vídeos y cursos en línea, etc. 

5. EXTENSIÓN CULTURAL Y BIBLIOTECARIA 

Los servicios educativos y de extensión cultural han encontrado también un aliado perfecto en Internet, medio idóneo para difundir información sobre actividades de animación a la lectura, exposiciones virtuales, etc., siempre gracias a los portales bibliotecarios. 

V. LOS PORTALES BIBLIOTECARIOS

Tomás Saorín, en su obra Los portales bibliotecarios, los concibe, en cierta forma, como “vistas” externas de los sistemas de información de las bibliotecas. Son el resultado más visible de la profunda automatización a la que se han visto sometidas, pues ofrecen datos sobre sus procesos, servicios y fondos sin necesidad de que se produzca un desplazamiento físico por el interior de las mismas. 

Puesto que, según se piense en los usuarios o en el personal, es necesario generar distintas “vistas” de la biblioteca, los principales modelos de portales bibliotecarios actuales pueden encuadrarse en cuatro estructuras: 

1. Portal público en Internet: la web de la biblioteca. Es el ya aludido WebOPAC u OPAC-Portal, que constituye la piedra angular de los servicios virtuales y la mayor puerta abierta al contenido informativo de la biblioteca desde el exterior. Su diseño y mantenimiento deben dejarse en manos de un equipo interdisciplinario de bibliotecarios e informáticos, capaces de encontrar el equilibrio entre presentación atractiva y funcionalidad, realizar las actualizaciones pertinentes, buscar una URL fácil de recordar, etc. 

2. Portal público de acceso local: la “biblioteca electrónica”. Es aquel al que se accede a través de los ordenadores situados en las salas de la biblioteca. Anima a usar la información electrónica y la Web dentro de la propia sede física, para consultar el catálogo y diversos recursos avanzados, como su colección multimedia (CD-ROM y DVD), suscripciones on-line, etc.

3. Portal extranet: la “biblioteca red”. Funciona en cooperación con otras entidades asociadas. Sirve para remitir al usuario a recursos externos ampliados no disponibles en su biblioteca local. La extranet es la mejor vía para el crecimiento de las bibliotecas, hacia una doble dimensión: el acceso a los servicios virtuales cooperativos (mediante otras bibliotecas, librerías, etc.) y la extensión de la red interna del propio centro. 

4. Portal interno de proceso: la intranet. Es la entrada virtual a la biblioteca para el personal técnico y de servicio al usuario, esencial en la gestión administrativa, que ha de ser afrontada con los métodos más modernos de dirección empresarial. Se puede dividir en áreas o subproyectos (planificación y normalización de procesos técnicos, atención al usuario, etc.). 

VI. CONCLUSIÓN 

El escenario digital y cultural de la Sociedad del Conocimiento ha supuesto para las bibliotecas un gran reto de adaptación a las formas modernas de acceso y uso de la información. Las nuevas estrategias de relación y aproximación a los usuarios han creado nuevas maneras de entender y diseñar los servicios bibliotecarios, especialmente los de difusión cultural. Y es que, sólo mediante una renovación constante, las bibliotecas podrán seguir siendo los centros de reunión y acceso al conocimiento por excelencia.

Internet. Herramientas de descubrimiento. Su aplicación en las bibliotecas. OPAC

 

HERRAMIENTAS DE DESCUBRIMIENTO: ¿UNA VENTANILLA ÚNICA?

Las herramientas de descubrimiento (Web scale discovery tools) representan un nuevo sistema de recuperación de información que permite una búsqueda integrada en los diferentes recursos de una biblioteca. El presente trabajo estudia la naturaleza de estas herramientas, creadas para dar respuesta a la fragmentación de las interfaces de consulta. 

Se exponen las líneas de desarrollo y el mercado de esta nueva categoría de productos, y se propone una serie de criterios para la evaluación y selección de estas herramientas. Asimismo, se investiga su grado de implantación en las bibliotecas universitarias españolas.

Vista de Herramientas de descubrimiento: ¿una ventanilla única? | Revista Española de Documentación Científica (csic.es)


El OPAC Social, el catálogo en la Biblioteca 2.0. Aplicación y posibilidades en las bibliotecas universitarias.

1. Introducción 

Los conceptos Web 2.0 y Biblioteca 2.0 se han convertido en materia de múltiples trabajos y actividades profesionales. Los ejemplos de bibliotecas que utilizan los blogs ya no son escasos y los medios de comunicación social y las publicaciones científicas van abriendo espacios de participación para sus lectores. Estos cambios están generando en los usuarios ciertas expectativas en el uso de la información, expectativas que las bibliotecas han de cubrir. 

En este trabajo se estudia uno de los aspectos de la Web 2.0, el aprovechamiento de la inteligencia colectiva y su aplicación en los OPACs. Queda fuera del objeto de estudio toda una serie de aspectos que están siendo debatidos en la profesión acerca del OPAC: la información que debe contener, cómo visualizar los registros, la ordenación de los resultados e incluso la propia existencia del catálogo en el futuro (Byrum, 2005; Geleijnse, 2006).

1.1 Web 2.0 y Biblioteca 2.0. 

El concepto de Web 2.0 fue descrito por O’Reilly (O'Reilly, 2005) y hace referencia a una serie de servicios web que se caracterizan por utilizar determinadas tecnologías (AJAX y RSS principalmente) o por tener una cierta actitud hacia el usuario. Los sitios Web 2.0 han convertido al usuario en un creador de contenidos, no sólo en consumidor. 

El concepto Web 2.0 ha tenido cierto impacto en otras áreas del conocimiento y se habla de Profesores 2.0, Periodismo 2.0, etc. El concepto de Biblioteca 2.0 ha sido estudiado por varios autores (Casey, 2006; Crawford, 2006; Mannes, 2006; Miller, 2005) y se puede considerar a la Biblioteca 2.0 como la aplicación de las tecnologías y la filosofía de la Web 2.0 a las colecciones y los servicios bibliotecarios, tanto virtuales como presenciales. 

2 El aprovechamiento de la inteligencia colectiva y el software social. 

2.1 Concepto de aprovechamiento de la inteligencia colectiva Los elementos esenciales de la filosofía de la Web 2.0, también llamada actitud 2.0, fueron descritos por O’Reilly (O'Reilly, 2005), pero este trabajo se centra sólo en uno de ellos, el denominado aprovechamiento de la inteligencia colectiva. 

El concepto de Inteligencia Colectiva existía ya en otras áreas científicas, pero cuando se refiere a la Web 2.0 la inteligencia colectiva se produce cuando se alcanza una masa crítica de participación en un sitio web o sistema, permitiendo a los participantes actuar como un filtro de aquello que tiene valor (Kroski, 2006). 

El aprovechamiento de la inteligencia colectiva requiere el registro de información aportada por los usuarios y, posteriormente utilizarla de forma agregada por parte de otros usuarios. 

De la suma de todas las aportaciones individuales surge una información colectiva. Estas funcionalidades han sido implantadas en muchos sitios web mediante cuatro funcionalidades básicas: 

- Permitir a los usuarios incluir textos, realizar comentarios, etc. 

- Permitir a los usuarios incluir etiquetas o palabras clave que describan el contenido del objeto digital. (tagging). 

- Permitir a los usuarios realizar puntuaciones (rating). 

- Utilizar otros datos que se generan por el uso del servicio.

2.2 El software social. 

Tradicionalmente se ha considerado software social el conjunto de aplicaciones que permiten a los usuarios comunicarse y seguir sus conversaciones a través de la web (Tepper, 2003). Pero el concepto está evolucionando para englobar también las aplicaciones que permiten compartir objetos digitales y explorar redes sociales (Arnold, 2003). Para conseguir el aprovechamiento de la inteligencia colectiva suele utilizarse herramientas de software social. 

2.3 Cambios en la comunicación científica. 

La aplicación de características del software social y de aprovechamiento de la inteligencia colectiva ya no son ajenos a las publicaciones científicas. El caso más destacado es PloS One1 . Esta revista electrónica permite a los usuarios insertar notas en el texto del artículo. Además cada uno de los trabajos publicados cuenta con su propio foro de discusión donde los usuarios pueden debatir sobre el contenido del artículo. Está previsto que en el futuro se pueda asignar puntuaciones a los artículos y a los mensajes de los foros de discusión.

2.4 Fuentes de inteligencia colectiva en las bibliotecas universitarias. 

Las bibliotecas universitarias cuentan con grupos de usuarios definidos y con unos intereses relativamente homogéneos y explícitos, derivados de sus áreas estudio e investigación. Además, la propia actividad docente genera información que los catálogos de las bibliotecas deben ser capaces de aprovechar. Las fuentes de inteligencia colectiva que pueden enriquecer el catálogo de la biblioteca universitaria son: 

a) Información aportada por los usuarios. Se engloba aquí toda la información incorporada al sistema por parte de los usuarios de manera consciente y deliberada. Por ejemplo las reseñas o comentarios que realicen sobre los documentos, las puntuaciones (rating), las etiquetas (tagging), etc. 

b) Información derivada del uso del sistema. Es la información que los usuarios dejan registrada por la utilización del catálogo y el resto de servicios de la biblioteca. Dentro de este grupo se puede incluir el préstamo de ejemplares, las veces que un documento ha sido guardado como favorito por algún usuario, etc. Su explotación requiere el uso de la minería de datos (Candás Romero, 2006). La utilización de esta información debe hacerse cuidadosamente para preservar la intimidad de los usuarios. 

c) Bibliografías de las asignaturas. Las referencias incluidas en los programas de los planes de estudio de la Universidad son un elemento clave para la previsión de necesidades de los estudiantes. Muchas universidades tienen recogida las bibliografías en sus páginas web, e incluso enlazadas al catálogo, pero eso no es un aprovechamiento de esa información en el OPAC. Aprovechar esa información es que esté disponible cuando se realiza una búsqueda o cuando se visualiza el registro. En algunas universidades esta información empieza a estar disponible en las plataformas de e-learning, parece lógico que se elaboren APIs (Aplication Program Interface) que permitan capturar automáticamente esta información desde las plataformas a los catálogos. 

d) Información externa. Existe información producida fuera de la Institución y que puede ser útil incluirla en el catálogo, como por ejemplo las reseñas de un libro que han publicado las revistas especializadas o el índice de impacto de una revista, etc. 

3 Concepto de OPAC Social.

Es frecuente encontrarse el uso de los términos OPAC social y OPAC 2.0 indistintamente (Bisson, 2006; Blyberg, 2006; Krajewski, 2006). El OPAC social es aquel que implementa las funcionalidades del software social. Tal y como se ha descrito anteriormente estas funcionalidades suelen revertir en un aprovechamiento de la inteligencia colectiva. Se podría establecer un matiz entre el OPAC social y el OPAC 2.0. El OPAC 2.0, por analogía, será aquel que aplique las tecnologías y los principios de la Web 2.0. Normalmente se pueden usar ambos términos indistintamente. 

3.1. Modelos de OPAC social existentes. 

En estos momentos están ya empezando a surgir OPACs sociales, adoptando distintas soluciones tecnológicas, los modelos más destacados son: 

a) OPACs tradicionales que añaden información a sus registros. Se trata de Sistemas Integrados de Gestión Bibliotecaria (SIGB) que han enriquecido el registro con funcionalidades sociales. Existen varios ejemplos, como WorldCat2 , que permite a los usuarios insertar información sobre los libros, o la Biblioteca Virtual Cervantes3 , donde cada obra cuenta con su foro de discusión o el ejemplo más destacado de todos: el Catálogo de la Ann Arbor District Library4 , que permite a los usuarios incluir comentarios, etiquetas y puntuaciones combinando la información del OPAC y con información social recogida en un gestor de contenidos (CMS) (Blyberg, 2007). 

b) OPACs construidos con herramientas de búsqueda externas al SIGB. La búsqueda de información se realiza con herramientas específicas que construyen un nuevo interfaz de usuario desvinculado del SIGB. Estas herramientas mejoran sensiblemente la indización, la rankización de los resultados, etc. y hacen el OPAC más amigable. Dentro de este grupo están herramientas como Endeca, implementado en la NCSU5 (Antelman, 2006), AquaBrowser implementado en la Red de Bibliotecas del CEU6 (Morillo-Velarde Serrano, 2006) y Primo7 de Ex Libris, que, aunque sigue en proceso de desarrollo, sus prototipos muestran unas funcionalidades muy interesantes respecto a la información aportada por los usuarios. 

c) OPACs construidos con software social, como por ejemplo el WPOPAC que utiliza el software WordPress y da al catálogo una estructura de blog con todas sus funcionalidades (comentarios, enlaces permanentes, etc.) La biblioteca de Plymouth State University8 supone un ejemplo de este tipo de OPACs. Existe una propuesta que opta por construir el OPAC social mediante la combinación de la base de datos bibliográfica, el software social y un CMS (Bech, 2006). 

d) Bibliotecas que utilizan los blogs para difundir sus novedades bibliográficas. Sin llegar a implementar un OPAC social usan software social para difundir las novedades. Se permite a los usuarios insertar comentarios y suscribirse a canales RSS. Son ejemplos de este tipo de servicio la Biblioteca de Muskiz9 (Juárez Urquijo, 2006) o la Biblioteca de la Universidad Carlos III10 . e) Bibliotecas que utilizan servicios de marcadores sociales como herramienta de descubrimiento. Este es el caso del servicio PennTags11 de la Universidad de Pensilvana. Se construye un servicio de marcadores sociales (social bookmarking) donde los usuarios pueden guardar los enlaces a los documentos que les interese, tanto del OPAC como de otras fuetes de información y allí organizarlos en carpetas, añadir comentarios, etc. Cuando se visualiza el registro en el OPAC, se muestra también la información recogida en PennTags.

3.2 Benchmarking, en quién fijarse. 

Son muchos los autores y estudios que apuntan a Google y a Amazon como los ejemplos a seguir (Byrum, 2005; Calhoun, 2006; Medeiros, 2006). De Google se pretende adaptar el sistema de rankización y de Amazon el sistema de recomendaciones. Pero hay otros servicios Web 2.0 a los cuales también se debe prestar atención para construir un OPAC social: 

- Librarything12 es un ejemplo de “catálogo bibliográfico social”, especialmente por la visualización de la información y la navegabilidad dentro del sitio. Es muy importante también ver la forma en que agrupan las distintas ediciones de un libro de manera similar al modelo FRBR impulsado por la IFLA (Le Boeuf, 2005). Esta agrupación de las referencias bibliográficas permite relacionar los comentarios a las distintas ediciones de una misma obra. 

- Flickr13 sirve de orientación sobre como crear comunidades y grupos de interés. 

- YouTube14. muestra cómo la información social puede ser utilizada para la ordenación de los resultados y la recomendación de documentos.

4. Funcionalidades deseadas en un OPAC social. 

Varios autores han estudiado ya cuales son las funcionalidades y las mejoras que se deben realizar en los OPACs. En base a una serie de informes y trabajos (Blyberg, 2007; Calhoun, 2006; Casey, 2005; Habib, 2006; University of California, 2006; Álvarez Garcia, 2005), se plantea a continuación las principales funcionalidades deseadas en un OPAC social. 

 Permitir a los usuarios introducir etiquetas, puntuaciones y comentarios en los registros bibliográficos. 

 Permitir a los usuarios seleccionar documentos como favoritos, organizarlos en carpetas y compartir estas carpetas con otros usuarios. 

 Incluir herramientas de redes sociales. 

 Permitir la suscripción a canales RSS personalizados. 

 Personalizar la búsqueda: limitando a los libros que el usuario ha tomado en préstamo, sólo los que tiene marcados como favoritos, sólo en sus etiquetas, etc. 

 Permitir la ordenación de los resultados de la búsqueda según la información social (veces que se ha seleccionado como favorito, veces que se ha prestado, puntuaciones que le han asignado los usuarios, etc.) 

 Mostrar iconos para los libros muy prestados o que son bibliografía básica de alguna asignatura. 

 Mostrar la información introducida por los usuarios: etiquetas, comentarios y valoraciones., mostrar las veces ha sido seleccionado como favorito, las veces que se ha prestado, etc. 

 Mostrar otros libros que se han prestado junto al que se está visualizando o relacionados, creando un sistema de recomendaciones. 

 Permitir la navegación por etiquetas y redes sociales (ver quien ha seleccionado como favorito, ver otros libros favoritos de ese usuario, etc.).

Todas estas funcionalidades suponen un aprovechamiento de la inteligencia colectiva. Se recoge información aportada por los usuarios y ésta es reutilizada posteriormente por los mismos usuarios y por otros para distinguir aquello que les interesa de aquello que no se ajusta a sus necesidades de información. 

Cada Universidad deberá elaborar unas normas de usos permitidos para evitar cualquier tipo de abuso por parte de los usuarios. 5 Conclusión Actualmente se está produciendo un amplio debate entorno al OPAC, llegándose a cuestionar su propia existencia en el futuro. 

Las dos fuerzas que están cambiando los OPACs son: las expectativas de los usuarios creadas por el uso de otras fuentes de información y el desarrollo de estándares que permiten una mayor interoperabilidad, permitiendo la aparición de herramientas de búsqueda más completas e intuitivas. 

El desarrollo de la Web 2.0 y su generalización de su uso por parte de los medios de comunicación obliga a las bibliotecas a aceptar estas formas de comunicación e implementarlas desarrollando OPACs sociales. Las bibliotecas universitarias se encuentran en una buena situación para ofrecer estos servicios, pues tienen a sus usuarios potenciales identificados y con perfiles de interés homogéneos. Para que las funcionalidades 2.0 implementadas en los OPACs sean productivas es preciso que reviertan en un beneficio para los usuarios, de lo contrario no se utilizarán. Para finalizar recordar a Casey y Savastinuk (Casey, 2006) cuado afirman que permitir a los usuarios comentar, escribir reseñas, crear sus propias etiquetas y puntuaciones y compartirlas con otros a través del OPAC mejora nuestro catálogo y crea un producto informativo más rico. 

Bibliografías. Principales catálogos colectivos

 LOS CATÁLOGOS COLECTIVOS EN ESPAÑA EN LA ACTUALIDAD.

I. INTRODUCCIÓN 

Ninguna biblioteca, por grande que sea o amplios fondos que contenga, puede considerarse autosuficiente a la hora de satisfacer las necesidades informativas de sus usuarios. Por eso, la cooperación se ha convertido hoy en un objetivo prioritario para las bibliotecas españolas. 

Circunstancias como el aumento de la información y la demanda, las restricciones presupuestarias y, sobre todo, la simplificación de los intercambios gracias a la automatización, normalización e implantación de Internet han impulsado a nuestras bibliotecas a aprovechar las ventajas que les ofrece el compartir recursos, siempre en aras del interés común. 

Los mayores esfuerzos cooperativos hasta la fecha se han centrado en el campo de la catalogación compartida y, con ella, en la puesta en marcha de CATÁLOGOS COLECTIVOS, fuentes de recuperación bibliográfica de indiscutible valor. 

II. LOS CATÁLOGOS COLECTIVOS 

Nuestras Reglas de Catalogación los definen como aquellos que reúnen, en un único orden, los asientos bibliográficos de más de una biblioteca. 

Según parece, la idea de elaborar un catálogo común a varias bibliotecas proviene de siglos atrás, concretamente de 1410, fecha en que el monje agustino John Boston de Bury publicó su Catalogus Scriptorum Ecclesiae. La obra fue fruto de sus viajes por distintos monasterios ingleses en busca de manuscritos, que inventarió alfabéticamente con la indicación del lugar en el que se encontraban. Desde entonces, la concepción de catálogo colectivo ha evolucionado mucho. 

En la Era del Conocimiento actual, ya no pueden entenderse únicamente como inventarios conjuntos de los fondos de varias bibliotecas. Ahora conllevan, en primer lugar, la asunción plena de unos principios básicos de coordinación y normalización técnica, que obligan, en muchos casos, a modificar las formas de trabajo de los centros participantes en el proyecto. Su elaboración exige hoy un cambio profundo de estrategia bibliotecaria y mentalidad, puesto que las decisiones consensuadas pasan a prevalecer sobre las individuales. De otra forma, no podría ofrecerse una respuesta correcta a las necesidades actuales de los usuarios. 

La aplicación de las NTIC y de estándares reconocidos nacional o internacionalmente (normas ISBD, formato MARC, protocolo Z39.50, etc.) han hecho aún más viables los catálogos colectivos y el cumplimiento de dos de sus características esenciales:

 Accesibilidad, favorecida por Internet, que ha permitido la difusión de catálogos automatizados en línea, sin limitaciones de consulta espaciotemporales y aminorando los enormes esfuerzos económicos y de personal derivados de su edición en papel. 

 Actualización periódica, sin la que un catálogo colectivo pierde su sentido. Todo catálogo colectivo debe responder a un plan de actuación previo, en el que se acuerde: 

a) La METODOLOGÍA de trabajo, que tendrá en cuenta una serie de pautas: 1. Bibliográficas (clase de documentos aceptados, mecanismos de recogida de la información, homogeneización de los criterios de catalogación, etc.). 2. Técnicas (equipos, sistemas y software disponibles). 

b) Las FASES de desarrollo del proyecto, en función de los siguientes factores: 

1. Análisis del contexto social y de especialización al que irá orientado. 

2. Objetivos. 

3. Arquitectura informática. 

4. Sistema de integración de los datos. 

5. Puesta en funcionamiento, actualización y seguimiento. 

c) La FORMA DE DIFUSIÓN, normalmente a través de un sitio web. Resulta muy importante adoptar un diseño de interfaz sencillo, que ofrezca diferentes criterios de búsqueda. 

Sólo así, mediante un estudio exhaustivo previo, podrá garantizarse la utilidad y éxito del catálogo colectivo y evitarse al máximo la duplicidad de registros que obliguen a su posterior depuración. 

Los catálogos colectivos presentan grandes ventajas respecto a las bibliografías de cualquier tipo. Por un lado, facilitan datos para la localización de los documentos recopilados y, por otro, pueden resultar más completos que las bibliografías generales, ya que recogen publicaciones que no han sido puestas a la venta o que han sido recibidas por canje o donación.

En cierto modo, los catálogos colectivos nacionales cumplen funciones de bibliografías nacionales retrospectivas y, por ende, la fusión de todos ellos terminaría conformando una especie de bibliografía universal. Esta reflexión, esbozada ya por la UNESCO en 1947, cristalizó con la creación de la Biblioteca Digital Europea (2008), en la que nuestra BNE ha participado activamente, y de la Biblioteca Digital Mundial (2009).

III. LOS CATÁLOGOS COLECTIVOS EN ESPAÑA 

La tecnología informática ha favorecido la multiplicación de los catálogos colectivos en nuestro país durante los últimos años, cada vez más accesibles en línea y más útiles para el préstamo interbibliotecario. 

Como todo buen catálogo, muestran, junto a las referencias bibliográficas, la ubicación de los documentos y, si es posible, la disponibilidad de los mismos en el momento de la consulta. 

Aunque resulta imposible dar cuenta de todos los existentes, sí me propongo analizar los más señeros o de mayor repercusión profesional, según pertenezcan a las principales redes y consorcios bibliotecarios españoles o según se encuadren en un ámbito más nacional, regional o local: 

 CATÁLOGOS COLECTIVOS DE LAS PRINCIPALES REDES 

 Catálogo colectivo REBIUN absysNET. 

Su elaboración, mantenimiento y difusión es una de las prioridades de la Red de Bibliotecas Universitarias Españolas (REBIUN), principal organización de coordinación y representación de nuestras bibliotecas académicas, nacida en 1988. El catálogo, editado durante varios años en CD-ROM y disponible en línea, las 24 horas del día, desde el año 2000, permite consultar los fondos de más de 70 bibliotecas universitarias y de investigación españolas. Se actualiza cada dos meses para unificar los registros nuevos enviados por sus bibliotecas miembros. Entre sus muchas utilidades, posibilita diferentes criterios de búsqueda, más general o avanzada, dirigida al catálogo completo, a los catálogos particulares de las bibliotecas participantes, al fondo antiguo o al de publicaciones seriadas. Además, ofrece la posibilidad de acceder a diversos catálogos colectivos universitarios de otros países, como SUDOC en Francia, COPAC en GB e Irlanda, etc. Cabe señalar igualmente que permite la visualización de su interfaz web en las distintas lenguas oficiales españolas así como en inglés y francés. 

 CIRBIC. 

Es el Catálogo Colectivo de la Red de Bibliotecas del CSIC (Consejo Superior de Investigaciones Científicas). Reúne los fondos de las cerca de 80 bibliotecas que conforman la red, repartidas por toda España, e incorpora además los registros de otras bibliotecas asociadas al catálogo, pertenecientes a centros como la Fundación Ortega y Gasset, la Fundación García Lorca o la Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, entre otros. A través de su interfaz web, en español o inglés, permite la consulta básica, general o experta de toda clase de materiales, ya sea en su catálogo bibliográfico general, de revistas, de archivos, de autoridades o en su colección digital. La temática de sus fondos es multidisciplinar, aunque considerablemente especializada, de acuerdo con las líneas de investigación del CSIC. Gracias al protocolo Z39.50, CIRBIC posibilita también la búsqueda directa de registros pertenecientes a la BNE, REBIUN y la LC. 

 Catálogo Colectivo de la Red de Bibliotecas del Instituto Cervantes (RBIC). 

La mayor red de bibliotecas españolas por el mundo, repartidas por los cinco continentes. Sus fondos y servicios están completamente informatizados y, desde finales de 2007, todas las bibliotecas comparten el mismo SIGB, AbsysNET, lo que permite volcar con mayor facilidad los registros individuales al catálogo colectivo. A través de su búsqueda simple o avanzada, la web de la RBIC da a conocer cerca de 1 millón de documentos sobre la lengua y cultura española e hispanoamericana, en todo tipo de soportes. Además, ofrece enlaces directos a sus últimas adquisiciones, a bibliografías especializadas y al catálogo especializado en el aprendizaje y enseñanza del ELE (Español como Lengua Extranjera). 

 Catálogo Colectivo de la Red Bibliotecaria y Documental Matemática (DOCUMAT).

Reseña mayoritariamente las revistas de matemáticas pertenecientes a la Red DOCUMAT y a otras bibliotecas que, sin pertenecer a ésta, han solicitado la inclusión de sus registros en el catálogo. En conjunto, recoge los fondos totales o parciales de unas 90 bibliotecas, que se coordinan para la adquisición de nuevos títulos. 

En la actualidad, la Red centra sus esfuerzos en la puesta en marcha y perfeccionamiento del Portal Documat, desarrollado por Dialnet, de la Universidad de La Rioja, y accesible en línea a través de http://documat.unirioja.es. Se trata de una excelente recopilación de la producción matemática hispana y extranjera, que, en lo posible, permite consultar textos completos. Este nuevo portal, otorga especial importancia a las tesis doctorales, ya que tiene su antecedente en el proyecto de Acceso Digital a Tesis Doctorales y Documentación Científica en Matemáticas, impulsado por el CSIC.

 Catálogo colectivo de la Red MECANO (HeMEroteCAs Españolas de Ingeniería, Informática y TecNOlogía). 

Es el instrumento básico para el funcionamiento de esta red, integrada por más de 110 bibliotecas, en su mayoría universitarias, aunque también pertenecientes a diversos organismos tecnológicos y de investigación. Se elabora en la Biblioteca de la Universidad Politécnica de Valencia, que reúne los datos bibliográficos enviados por cada biblioteca adherida. Está principalmente compuesto por revistas especializadas en las áreas referidas, aunque también incluye actas de congresos. Su consulta se realiza a través del sitio web de la mencionada UPV. 

 Catálogo colectivo de la Red ARCANO. 

Recopila publicaciones periódicas de arquitectura, construcción y urbanismo. Su objetivo principal es que las cerca de 40 bibliotecas participantes puedan establecer mecanismos rápidos y eficaces de préstamo y acceso al documento. En su elaboración, colaboran bibliotecas de Escuelas de Arquitectura, de Colegios de Arquitectos y de Aparejadores así como organismos del CSIC, el CEDEX del Ministerio de Obras Públicas, etc. Al igual que el anterior, está gestionado por la UPV y albergado en su sede web. 

CATÁLOGOS COLECTIVOS DE LOS PRINCIPALES CONSORCIOS

 CCUC. Es el Catálogo Colectivo de las Universidades de Cataluña, perteneciente al consorcio universitario catalán CBUC, constituido en 1996. Reúne más de seis millones de documentos físicos conservados en cerca de 170 bibliotecas. Su sede web enlaza con los catálogos locales de los centros participantes y, gracias a su programa de control de calidad, se eliminan registros y encabezamientos duplicados, logrando una importante unificación. El CCUC remite también a otros recursos útiles, entre ellos los repositorios cooperativos Memoria Digital de Cataluña (MDC) y Tesis Doctorales en Red (TDR). Es un referente a nivel nacional por su elevada calidad. 

 Catálogo colectivo MADROÑO. MADROÑO es el Consorcio de Universidades de la Comunidad de Madrid y de la UNED para la Cooperación Bibliotecaria, constituido en 1999. Una de sus prioridades a día de hoy es desarrollar y gestionar su catálogo colectivo, para incrementar la efectividad de la enseñanza e investigación. La sede web del consorcio presenta un directorio con los catálogos de las bibliotecas madrileñas participantes. para poder realizar las búsquedas. 

CATÁLOGOS COLECTIVOS DE ÁMBITO NACIONAL 

En esta sección figuran los principales catálogos fruto de los esfuerzos del MCU y de la BNE, en estrecha colaboración con las CCAA: 

 CCPB (Catálogo Colectivo del Patrimonio Bibliográfico Español). 

Describe y localiza fondos bibliográficos pertenecientes a bibliotecas españolas, públicas o privadas, que por su antigüedad, singularidad o riqueza forman parte de nuestro patrimonio histórico. Nace en cumplimiento de la Ley 16/1985 del Patrimonio Histórico Español y corre a cargo del Ministerio de Cultura (DGLAB), que lo publica en su web, y de todas las CCAA, que colaboran en su elaboración. La mayor parte de los registros describen obras editadas entre los siglos XV y XX, aunque no deja de ser un proyecto en continua ampliación y depuración. 

 CCPP (Catálogo Colectivo Español de Publicaciones Periódicas). 

Incluye publicaciones periódicas conservadas en más de 1100 bibliotecas españolas, así como la procedencia de los registros y dónde pueden encontrarse. Su mantenimiento y actualización corresponden a la BNE, que también se encarga del Catálogo General de Incunables en Bibliotecas Españolas y del Catálogo Colectivo de Fondos Musicales del siglo XIX conservados en bibliotecas nacionales iberoamericanas Instrumenta Musicae, todos ellos disponibles en línea.

 Catálogos de las Bibliotecas Públicas del Estado. 

A través del sitio web del MCU, se accede igualmente a las colecciones de las 52 BPE y de 14 redes de bibliotecas públicas de CCAA. Puede consultarse a modo de catálogo colectivo o de manera individual mediante un listado con las bibliotecas participantes. Este servicio se puso en marcha en 1996, a iniciativa de la DGLAB, y guarda estrecha relación con REBECA, que no constituye un catálogo colectivo en sí, sino una base de datos de descripciones bibliográficas que facilita las labores de catalogación. 

CATÁLOGOS COLECTIVOS DE ÁMBITO REGIONAL O MUNICIPAL 

Para finalizar, una breve mención a algunos catálogos colectivos destacables, promovidos por sistemas regionales o locales de bibliotecas. Por lo general, son mantenidos por las bibliotecas centrales de sus respectivas CCAA, encargadas de su actualización. Entre ellos figuran, por ejemplo:

 Catálogo colectivo de Castilla y León. 

 Catálogo de la Red de Bibliotecas de la Comunidad de Madrid. 

 Catálogo de la Red de Bibliotecas Públicas de Andalucía. 

 Catálogo de la Red de Bibliotecas Públicas de Castilla-La Mancha. Disponibles en línea mediante la potente tecnología AbsysNET. 

 Catálogo Colectivo de Fondo Local de Castilla-La Mancha. 

 Catálogo Colectivo Valenciano. Disponibles en línea mediante la tecnología Absys Web. A nivel más provincial o local, también han surgido varios catálogos colectivos, con versión en Internet. A la mayoría se llega a través del catálogo colectivo autonómico, restringiendo la búsqueda a la provincia concreta, aunque algunos cuentan con su propia dirección web. Un catálogo colectivo con URL propia es, por ejemplo, el de las Bibliotecas Municipales de Barcelona. Una buena recopilación de este tipo de catálogos puede encontrarse en el artículo “Catálogos de las bibliotecas españolas en Internet”, de Merlo Vega y Sorli Rojo, publicado en 2002. 

IV. CONCLUSIÓN 

En conclusión, el aumento de actividades cooperativas entre bibliotecas, por diversos motivos (misma dependencia administrativa, SIGB común, área de especialización, etc.), ha permitido el desarrollo masivo de catálogos colectivos en España. Gracias a su disponibilidad en línea, hoy son herramientas clave de la Biblioteconomía actual, tanto para los profesionales del sector como para todo tipo de usuarios.

Fuentes de información. Tipología de los recursos de información. Técnicas y herramientas de recuperación de información.

 

TIPOLOGÍA DE FUENTES DE INFORMACIÓN


Las fuentes de información tienen como principal característica la de informar sobre temas de interés en diferentes contextos, o conducir al usuario a la recuperación de la información que necesita. Todo lo que proporcione una información, una noticia o un dato y que pueda transmitir conocimiento se considera fuente de información, incluidas las bases de datos.
Según el nivel de información que proporcionan se pueden distinguir:

  • Fuentes de información primaria: recogen información nueva, original, tal y como se produce: tesis doctorales, informes, actas…
  • Fuentes de información secundaria: aquellas que elaboran y compendian la información de las primarias. Comprenden desde un catálogo de biblioteca hasta una base de datos especializada.
  • Fuentes de información terciaria: Son el resultado del tratamiento de la información secundaria: Bibliografías de bibliografías, repertorios de obras de consulta…

Entre la tipología de fuentes de información secundaria se encuentran las bibliográficas o referenciales, las documentales y las factuales.

  • Fuentes de información Bibliográficas contienen referencias bibliográficas de documentos publicados. No proporcionan directamente la respuesta a la cuestión planteada, sino que remiten a la bibliografía sobre el tema.
  • Fuentes de información Documentales contienen además los datos del documento original, el texto completo del mismo o la imagen escaneada de éste.
  • Fuentes de información Factuales contienen datos concretos, numéricos o de otro tipo como por ejemplo, estadísticas y censos de población, facilitando respuestas puntuales y concretas. También pertenecen a este tipo los almanaques y anuarios.

Tipología de recursos informativos

Los recursos informativos, conocidos también como fuentes de información, son los medios que permiten adquirir, ampliar o comunicar datos y conocimientos, con el fin de resolver una necesidad informativa (Moscoso, 1998).

Existen diversos tipos de recursos informativos, tales como:

Obras monográficas: libros, folletos, hojas sueltas, tesis.

Publicaciones periódicas: revistas, periódicos, boletines, diarios.

Obras de consulta: diccionarios, enciclopedias, manuales, tesauros, antologías, directorios, índices, anuarios, cronologías, biografías.

Audiovisuales: películas, documentales, dispisitivas, microformas, audios.

Otros tipos: literatura gris, patentes, actas de congresos, normas técnicas, informes técnicos y de investigación, catálogos, bibliografías, boletines de sumarios, índices de impacto.

 

Los usuarios de la biblioteca pública, tipologías, necesidades de información, servicios específicos.

 pautas servicios.PDF (mcu.es)

Gestión de la circulación: Préstamo, préstamo interbibliotecario, préstamo en red. Reservas, sanciones.

 sigb (rclis.org)


MÓDULOS BÁSICOS DE UN SIGB


SISTEMA INTEGRADO DE GESTIÓN BIBLIOTECARIA

Los Sistemas de Gestión Bibliotecaria (SIGB) integran el conjunto de funciones que se desarrollan en una biblioteca y se caracterizan por utilizar una única base de datos común para procesar las distintas funciones del sistema.

Un SIGB cuenta con distintas aplicaciones o módulos para realizar tareas específicas, que funcionan de manera interrelacionada, requiriendo a la base de datos sólo aquella información que necesitan. Esto significa que los datos introducidos en una fase del proceso documental pueden ser utilizados en procesos posteriores y de esta manera se evita tener que introducir los mismos datos para cada una de las tareas, con lo que se agilizan los procesos y se evitan redundancias.

Definición de SIGB
Un SIGB es un “grupo de programas informáticos (módulos) inter-relacionados, que automatizan múltiples operaciones y funciones bibliotecarias basados en datos centralizados e intercambiables; esto con el objetivo de facilitar la gestión de las actividades llevadas a cabo en la biblioteca”. Flores Vargas (2011)

PRINCIPALES MÓDULOS DE UN SIGB

 

MÓDULO DE ADMINISTRACIÓN DEL SISTEMA

Esta aplicación permite a los bibliotecarios administradores del sistema configurar las distintas opciones y adaptarlo a las necesidades de la organización. Desde este módulo se llevan a cabo tareas como las siguientes:

  • Control del funcionamiento general del sistema.
  • Incorporación y configuración de una biblioteca o red de bibliotecas.
  • Administración de usuarios (altas, bajas, mantenimiento).
  • Gestión de permisos del personal de la biblioteca.
  • Especificación de las políticas de circulación.
  • Gestión de cargas y exportaciones de registros, etc.

MÓDULO DE ADQUISICIONES

El módulo de adquisiciones proporciona las herramientas necesarias para la administración y control del presupuesto. Las siguientes son algunas de sus funciones:

  • iento del fichero de proveedores.
  • Configuración de partidas presupuestarias.
  • Control de pagos y facturas.
  • Administración y control de solicitudes de adquisición.
  • Administración y control de órdenes de compra, donaciones y canje.
  • Recepción de los materiales adquiridos y control de devoluciones.
  • Administración de suscripciones a publicaciones periódicas y otros materiales.
  • Control de reclamaciones.
  • Gestión de desideratas, etc.

MÓDULO DE CATALOGACIÓN

El módulo de Catalogación es en el que se realiza la fase de análisis documental y la creación de los registros bibliográficos. Está directamente relacionado con la recuperación de la información, el control de autoridades y la lista de términos o el tesauro y con la información relativa a la existencias de los fondos de la biblioteca.

MÓDULO DE CIRCULACIÓN

Este módulo relaciona la información bibliográfica y de ejemplar, con los registros de usuarios. 

Sus principales funciones son:

  • Préstamos a domicilio e interbibliotecario.
  • Control del préstamo en sala.
  • Consultas de materiales en préstamo.
  • Reservas, renovaciones y devoluciones.
  • Gestión de avisos, sanciones y suspensión del préstamo en caso de retrasos en la devolución.

MÓDULO DE CONTROL DE PUBLICACIONES PERIÓDICAS

Utiliza la información bibliográfica del catálogo y comparte ciertas funciones del módulo de adquisiciones (gestión de proveedores, fondos presupuestarios, control del reclamaciones).
Sus principales funciones son la creación de registros de publicaciones periódicas, control de llegadas, de existencias y reclamación de ejemplares.

OPAC

El Catálogo Público de Acceso en Línea (OPAC) es el módulo que muestra públicamente el contenido del catálogo y permite a los usuarios acceder e interactuar con la información que contiene.

El OPAC debe permitir al usuario, desde una interfaz amigable:

  • Realizar búsquedas sencillas o avanzadas, siguiendo distintos criterios (autor, título, materia, editorial, etc.).
  • Realizar renovaciones y reserva de materiales.
  • Mostrar el historial de búsquedas.
  • Desplegar los registros en distintas visualizaciones (visualización MARC, bibliotecaria,…).
  • Generar bibliografías a partir de registros marcados.
  • Crear alertas, etc.

Servicios a los lectores: referencia e información bibliográfica. La alfabetización informacional. Servicios virtuales de la biblioteca.

 Presentación de PowerPoint (bibliotecanacional.gov.co)

Servicios-Tema-6.pdf (rclis.org)

La difusión de la biblioteca, herramientas y canales. Sitios web. Redes sociales en las bibliotecas.

  Cómo conectan las bibliotecas a través de las redes sociales (julianmarquina.es) LA DIFUSIÓN. APERTURA A LOS CIUDADANOS. SERVICIOS EDUCAT...